Originaria de África y la India, de la planta de Ricino se utilizan las semillas y se prensan al frío para obtener el aceite que es de color ligeramente amarillento, muy denso y viscoso. Esta es una planta herbácea o arbustiva de hasta 10 m de alto en sus zonas de origen.
Ingredientes:
Aceite de Ricino, 100% puro y natural.
Extraído de la planta contiene aproximadamente un 40-50 % del aceite. El aceite a su vez contiene el 70-77 % de los triglicéridos del ácido ricinoleico, que no es tóxico, a diferencia de sus semillas.
Uso:
En el cabello: Empieza con el cabello húmedo, luego humedece tus dedos con aceite y masajéate el cuero cabelludo de 3 a 5 minutos, luego aplícalo en el resto del cabello. Finalmente, cúbrete el cabello con una gorra de ducha.
En las uñas: Humedece las uñas con el aceite y déjalo actuar por algunos minutos, sin mojar las manos para su mayor acción.
En las pestañas: Aplicarlo suavemente con las yemas de los dedos o con alguna pequeña brocha cosmética.
Precauciones que se deben tener
Es preciso tener en cuenta que la semilla de ricino tiene una parte “mortal” si se consume o se ingiere por cualquier vía. Por ello, no se pueden comer las semillas sin un proceso especial para extraer el aceite. No hay que preocuparse por utilizar el aceite de ricino, ya que el veneno solo está presente en la semilla cruda.
Los efectos secundarios de este aceite son reacciones dérmicas y trastornos intestinales, causando irritación en las paredes del intestino. No está recomendado para los que sufren de cólicos, úlceras, hemorroides, colitis, colon irritable, prolapsos o se han sometido a cirugía recientemente.
Beneficios:
- Favorece el crecimiento y fortalecimiento del cabello, uñas, cejas y pestañas.
- Hidratante natural ideal para tratamientos de quemaduras, heridas erupciones o herpes.
- Atenúa manchas de la piel.
- Anticaspa natural.
- Trata picaduras de insectos.
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